Llegó un momento en su vida donde tuvo que visitar a Pitalito en apoyo de un proyecto de cafés especiales y escuela de barismo para el SENA.
En ese transcurso del tiempo que pasó en el valle de laboyos fue encontrando el agradable clima, las personas, al igual que las oportunidades de trabajo, tanto para él como para su esposa. Lleva 9 años en Pitalito junto a su esposa y dos hijos, consagrado como un laboyano de adopción.
Varios campeonatos tanto colombianos como internacionales, han visto la calidad que se brinda en la Meca de la mano de Oscar Triviño tanto así, que ha estado en Panamá, Alemania, España, Italia entre otros más. Pero todo comenzó en un campeonato colombiano de barismo donde obtuvo el primer puesto y de ahí la pasión y el gusto por el café se incrementaron; un impulso grande que consagro La Meca como un café de buena calidad.